Esta traducción fue recogida de la versión del texto de Alston publicado por el sitio Colours of Resistance.
Lo que me motiva más que cualquier otra cosa sobre el anarquismo y su relevancia para la revolución Negra es que me ha ofrecido algunos entendimientos poderosos sobre por qué no hemos sido capaces de recuperarnos de nuestra derrota (la revolución de los 60) y avanzar hacia el tipo de unidades, organizaciones y actividades que hacen a los movimientos revolucionarios invencibles.— Anarchist Panther, Vol. 1 #1
…se nos ha enseñado a hacer caso omiso de nuestras diferencias, o a verlas como motivo de segregación y desconfianza en lugar de como potencialidades para el cambio. Sin una comunidad es imposible liberarse, como mucho se podrá establecer un armisticio frágil y temporal entre la persona y su opresión. Más la construcción de una comunidad no pasa por la supresión de nuestras diferencias, ni tampoco por el patético simulacro de que no existen tales diferencias. — Audre Lorde
Esta cita hermosa de Audre Lorde, tomada de Arsenal #4 ¹ (p. 4), introduce su discusión sobre el mismo tema. Como anarquista negro CANSADO de que los anarquistxs, principalmente blancxs, se limiten a desestimar el nacionalismo, agradezco sinceramente que Arsenal y ONWARD ² , dos de los periódicos/revistas más recientes de la escena, se ocupen de este tema.
Hay todo tipos de nacionalismos y hay todo tipos de reacciones al nacionalismo. Personalmente, me he movido y he crecido dentro de algunos de los Nacionalismos Negros específicos de la Comunidad Negra [norteamericana].
El nacionalismo negro me salvó la vida, en cierto modo, cuando era adolescente en los años sesenta. Me “sacudió” la aceptación inconsciente del amerikkkanismo que perseguía a mi pueblo, y me ayudó a tener una visión general. Soy un niño de los 60. Estaba Malcolm, estaba H. Rap Brown y Stokeley Carmichael del movimiento Black Power, y luego estaba el Black Panther Party. Todxs eran nacionalistas, todxs representan una evolución del nacionalismo dentro de la comunidad negra. Debido a la dinámica totalmente racista y genocida dentro de este Imperio Babilónico, la nacionalista negra entendió que debemos mirar principalmente hacia nosotros mismos para liberarnos. Y ninguno de estos pensadores consideró necesario “consultarse” con el Hombre Blanco — desde el gobernante hasta el revolucionario — para ver si todo estaba bien. Se trataba de nuestra supervivencia como pueblo, no como esa mítica “clase trabajadora” o ese igualmente mítico “ciudadano”. Para mí, como este adolescente que acababa de ser testigo de las rebeliones de los 60 en mi propia ciudad natal completamente racista, el nacionalismo fue un salvavidas: “DEBEMOS AMARNOS”. “LO NEGRO ES HERMOSO”. “DEBEMOS CONTROLAR NUESTRAS PROPIAS COMUNIDADES”.
Como anarquista buscando algunos de los mejores materiales anarquistas de los años 60 para sostener y mostrar “pruebas” de que los anarquistas eran mejores en la posición del Nacionalismo que los marxistas y leninistas, ¡no encontré casi nada! Encontré algunas cosas positivas de una publicación “libertaria” [libertarian], pero, para mi sorpresa, ¡representaban la tendencia “anarco-capitalista”! Sin embargo, encontré que estaban pertinentes y coherentes en el RESPETO del nacionalismo y la liberación nacional. (El Foro Libertario [Libertarian Forum] de finales de los 60 y principios de los 70, Karl Hess, Joseph Peden y Murray N. Rothbard). Al menos entendieron que la lucha nacionalista de los negros era una lucha contra el Estado, el Estado babilónico. También se fijaron en lo que hacían los grupos nacionalistas en su práctica real en las bases, como crear defensas concretas contra la represión y alternativas con las instituciones de supervivencia. Por lo tanto, les gustaba lo que las Panteras Negras estaban haciendo sobre el terreno a través de sus programas y apoyaban ese tipo de nacionalismo como compatible con el “anarquismo sobre el terreno”. Paul Goodman hizo observaciones similares sobre los primeros grupos del movimiento por los derechos civiles. Pero se entendía que estos grupos estaban tratando con cuestiones de supervivencia contra el genocidio, y que estos grupos estaban desarrollando sus propios análisis y programas para reunir a sus comunidades. Los libertarianos de FL fueron, curiosamente, críticos con las Panteras Negras cuando el Partido giró hacia el marxismo y otras ideologías autoritarias, porque en su práctica “sobre el terreno”, los programas de supervivencia ya no eran respuestas espontáneas a opresiones específicas sino que se mantenían cada vez más bajo el estricto control del Partido. ¿Poder para el pueblo — vs. — poder al Partido?
El nacionalismo y el estatismo son diferentes porque el nacionalismo puede ser antiestatal. Pero pueden tener puntos en común en el sentido de que el nacionalismo puede estar solo en contra de un tipo particular de Estado, como un Estado racista, o un Estado fascista. El anarquismo y el nacionalismo se parecen en que ambos son antiestatales, pero ¿qué significa que los movimientos anarquistas específicos de un país dado sean racistas y desprecien cualquier nacionalismo, sea reaccionario o revolucionario? Para mí, incluso el nacionalismo de un Louis Farrakhan trata de salvar a mi pueblo, aunque también es completamente sexista, capitalista, homófobo y potencialmente fascista. Sin embargo, ha desempeñado un papel importante en el mantenimiento de un cierto orgullo y resistencia negrxs. Su trabajo “sobre el terreno” es muy importante para mantener una mentalidad antirracista. Como anarquista negro, ese es MI problema, porque son MI GENTE. Pero apunta a donde el anarquismo y el nacionalismo tienen diferencias: la mayoría de lxs anarquistas en los EE.UU. no tienen ninguna comprensión de lo que significa ser NEGRO en esta sociedad jodida. No tenemos el lujo de ser tan intelectuales sobre esta insoportable bota en nuestro cuello colectivo, este Pasaje del medio moderno hacia el Complejo industrial carcelario y otras formas de neo-esclavitud.
Como anarquista postmodernista, las políticas de identidad son importante para mí. Cada vez que oigo a alguien hablar de mi pueblo como si fuéramos una “clase trabajadora” o un “proletariado”, quiero alejarme lo más posible de esa persona o grupo, anarquista, marxista, lo que sea. Como anarquista postmodernista también encuentro que la experiencia de mi pueblo es la base desde la que encontraremos nuestro camino hacia la liberación y el poder. Eso es lo que sacó de la “insurrección de los saberes sometidos”. Mi nacionalismo me dio ese tipo de orgullo porque era un rechazo al pensamiento blanco o al menos un descentramiento de la primacía del pensamiento blanco, capitalista, socialista, lo que sea. La gente que está fuera de nuestra experiencia tiene que respetar que no tiene el monopolio del pensamiento revolucionario y, por supuesto, no tiene ninguno en la práctica revolucionaria. Es fácil relajarse e intelectualizar sobre nuestro nacionalismo desde el marco modernista y eurocéntrico de los modelos racionales, científicos y materialistas. Mientras tanto, es nuestro nacionalismo el que constantemente reúne a nuestra gente para unirse, recordar nuestra historia, amarnos a nosotrxs mismos, seguir soñando y luchar. Los anarquistas negrxs y los revolucionarixs antiautoritarixs entienden las limitaciones del nacionalismo en cuanto a su sexismo histórico, sus jerarquías o sus trampas modernistas en general. Pero también reconocemos las trampas modernistas del anarquismo en forma estadounidense de privilegio racista/de clase cuando se trata de gente de color.
Los esfuerzos de Lorenzo Kom’boa Ervin, Greg Jackson y otros para construir una organización/federación de partisanxs/organizadores de la comunidad negra es un ejemplo de unión entre el nacionalismo revolucionario negro y el anarquismo. La organización y la publicación Black Fist, aunque en general es llamada organización antiautoritaria de gente de color o del tercer mundo, comprendió la necesidad de basarse en las experiencias de las comunidades negras y de color. Por lo tanto, las experiencias de las Panteras Negras y las Boinas Cafés y grupos similares eran esenciales. La cuestión parece ser si los anarquistas y antiautoritarios blancxs pueden trabajar con esos grupos. Aunque los dos grupos ya no existan, sus experiencias son importantes.
Lxs blancxs tienen que enfrentarse a ser ALIADOS ANTIRACISTAS de las comunidades y lxs activistas de color. Lxs activistas, en particular, porque solemos ser el punto de entrada para lxs blancxs en cualquier relación posible con nuestras comunidades. La teoría y la práctica anarquista no pueden adoptar la forma de una simple adhesión a los padres fundadores y a las prácticas canónicas, como Kropotkin, Bakunin y la Guerra Civil española. ¡Cansado de oír eso! El anarquismo AQUÍ en Babilonia debe reflejar nuestros problemas específicos y posibilidades de lucha. Nuestras luchas no son solo contra el capitalismo. Sera demasiado simple. Nuestras luchas no son solo contra el racismo. Eso también es demasiado simple. Hay todo tipo de “ismos” negativos contra los que luchamos e, igualmente importante, todo tipo de mundos por los que luchamos. Por eso la idea y la práctica de las “convergencias” y las “asambleas con consenso” [spokescouncils] son tan importantes para los activistas en general para aprender y mejorarlas, porque se trata de dar espacio a todas las “voces” para que sean escuchadas y tenidas en cuenta en la toma de decisiones, de modo que cualquier actividad que surja de ellas prefigure el tipo de nuevos mundos que realmente queremos.
Concluyo esto aconsejando: ANARQUISTAS BLANCXS: TRATAD DE SER LXS MEJORES ALIADXS ANTIRRACISTAS QUE PUEDEN. OS NECESITAMOS — Y VOSOTROS NOS NECESITÁIS — PERO HAREMOS ESTA MIERDA SIN VOSOTROS.
A mi gente de color: VENGAN A IMAGINAR [come envision]: imaginen un mundo de mundos dentro de nuestro mundo [a world of worlds within our world] donde haya una coexistencia de principios dentro de la maravillosa diversidad de la Comunidad Negra.
Harlems / Harlems españoles / Watts / comunidades hip-hop / pueblos de la costa de Carolina / comunidades universitarias / comunidades gay-lesbianas-bisexuales-transgénero / nación zulú / new afrikan / comunidades religiosas que se reúnen principalmente los sábados o los domingos / comunidades okupas / comunidades al margen de la ley / comunidades keméticas / barrios igbo- ghanés-sierraleonés-etíope-rasta / tribus poeta-artista nómadas / y también todos lxs de nosotrxs que solo son ignorantes y inofensivxs y locxs cuando tenemos que ser y a quien les gusta divertirse y viajar a través de y entre las comunidades y a veces simplemente crear nuevas comunidades mixtas… ¿Y SÍ?… ¿CÓMO?
Ella Baker dijo que podemos hacerlo si confiamos en nosotrxs mismxs y nos alejamos de la revolución dirigida por un liderazgo; Kwesi Balagoon dijo que podemos hacerlo si estamos dispuestos a crear un caos que fastidie este chucho [shut this mutha down]; Audre Lorde dijo que podemos hacerlo si APRENDEMOS A AMAR Y RESPETAR NUESTRA BELLA DIVERSIDAD y rechazamos las herramientas de nuestros opresores; Harriet Tubman dijo que no hay mejor manera de vivir que ESTAR EN GUERRA POR UNA CAUSA JUSTA; y Franz Fanon dijo que si golpeamos a ese chucho [mutha] en la cara, y expulsamos a ese madero de nuestro territorio a punta de pistola, es LIBERADOR PARA EL ALMA.
A través de la imaginación, todo es posible.
Ashanti Alston es un antiguo miembro del Partido de las Panteras Negras, antiguo prisionero de guerra/Black Liberation Army, actualmente: Miembro del Consejo del Institute for Anarchist Studies, Critical Resistance/New York City, Estación Libre (grupo de apoyo de gente de color a lxs zapatistas) y del Anarchist/Anti-Authoritarian People of color Study Group.
Notas:
- Arsenal era una publicación anarquista publicada al inicio de los años 2000. Su subtítulo era “A Magazine of Anarchist Strategy and Culture”. Se puede leer el primer número en Issuu.
- ONWARD era una revista anarquista publicada en Gainesville, Florida, entre el verano 2000 y el invierno 2002/03. Durante este tiempo, doce números fueron publicados, cubriendo noticias, opiniones, teoría y estrategias pertinentes para los movimientos sociales anarquistas e izquierdistas en Norteamérica y más allá. Aquí es el archivo de la revista.